miércoles, 14 de abril de 2010

Soy así...no se


Esta mañana al despertarme ya no era la misma, me sentía extraña entre todas esas cosas que me rodeaban y que olían a mi. No era la misma cama, donde cada noche soñaba con ese sueño tan repetido que parecía único. En el aire se podía ver el reflejo de un rostro diferente, distinto de todos los anteriores, ni mejor ni peor, solo diferente.
Al caminar, descalza de remordimientos; bajo mis pies sonaba música de tambores de cambios, de sabores ajenos, pero que ya formaban parte de mi piel, y no me di cuenta que las cosas hasta ahora sabidas ya no eran las mismas.
Salí cada día en busca de lo que esta mañana siento bajo mi músculos, no debí encontrarlo nunca, pero me imagino que no lo encontré, simplemente lo dejé salir de donde lo tenía escondido.

En ese lugar donde las cosas se llaman sueños, y todo es posible, hasta tú.
Ahora vago por mi casa sin saber que hacer con esto que me quema en mi interior.

¿ Donde dejo tantos consejos dados a otras,?

Ten cuidado , ve despacio, mira atrás antes de seguir adelante para que no tropieces donde todo vuelve a empezar.

Ahora soy yo la que necesito oir de otros labios "TE LO DIJE",pero no hay otros labios, no hay otros ojos, ahora solo estoy yo...y te extraño.
Busco en las paredes vacías, en los cuadros llenos de imágenes que me recuerdan a ti y quiero gritar, correr a tu lado, mirarte, acercarme tanto a ti que casi seamos una, pero esto solo es el delirio de una niña que se ha hecho mayor sin haber sido niña.
No se si ese dolor que tengo bajo los tejidos musculares también los sientes tú. A veces pienso que a ti también te pasa, y no entiendo porque no me lo dices, porque no corres a mi lado, otra vez, con cualquier disculpa que yo generosamente aseptaré solo por tenerte cerca. Porque no me dices que vaya donde tú estás. Quizá porque piensas que no iré.

Y es que sabemos, y yo mejor, que nadie que esto debió morir antes de ser materia, pero ahora de nada sirve lamentarse, mas aún si dichos lamentos solo son un vulgar disfraz del deseo de que esto continúe a riesgo de que se convierta en un perfecto y grandioso desastre.

Estoy tan segura de que lo pasaremos tan mal, que casi siento pena por ello, por nosotras.

Incluso veo las lágrimas como bajan por nuestras mejillas para perderse donde ya nada significan. Que ironía, dispuesta a sufrir solo por tenerte, y lo peor egoistamente dispuesta a hacerte sufrir para alimentar el poder tenerte, el sentirte.

En mi defensa he de decir que no sabia que el calor que desprende tu cuerpo después del placer es diferente a todo lo sentido hasta ahora, fue como tener sobre mi pecho a un recién nacido.

Pecado adictivo.

3 comentarios:

  1. acavo de encontrar este blog, he leido algunas actualizaciones y realmete me gustan. Este ultimo, muy bueno, espero que no te importe que te siga ;)

    ResponderEliminar