miércoles, 19 de agosto de 2009

te vas...


Hoy que se que te vas...
Te regalaré un sentimiento, de esos que te hacen reír. De los que no se susurran a los oídos de los enamorados, porque su significado solo renace cuando ya no existe motivo, razón, ni sentido.
El tiempo transcurre despacio cuando no llega la espera, pero es muy veloz cuando él mismo muere, cuando todo acaba a medias, sin lugar para el final, sin sitio para el adiós, sin valor para decir lo que dentro de ti gestas, mas sabiendote derrotada por estrechas callejuelas de mentiras... historias a medias, por el paso de lo que solo esta de paso, por el arrullo de la despedida de quien nunca estuvo el tiempo suficiente para tener un lugar.
Y a ti... que solo me recuerdas para decirme lo que tanto te alegra, que no buscas, sino encuentras, mas sabiendote contenta de tu ida, de tu vuelta, y recojes tempestades donde solo hueles hierba, porque tus ojos no ven que llegó en primavera, un otoño de invasión, el invierno del que espera, que regrese la canción que en sus sueños ella anhela, y que es mentira la ilusión, pero no merece tu condena, tu astío, y la batalla entre las guerras.
Dime si sabes la respuesta, a las dudas del saber, sin saber si tú la ostentas. Hoy son mas de cien preguntas y menos de una respuesta, porque del poder de la pasión, de la batalla de quien espera, sin esperar que algo ocurra, porque nunca dio la alerta, de quien muere , quien agoniza, bajo tierra, sobre cabezas. No son ojos los que ven lo que la noche representa, una obra teatral donde vive una princesa, que sonríe aunque triste y despierta a las estrellas.
Que no brillarán igual, pues mi mente ya lo niega, de la muerte llegarán y en los cielos se reflejan, solo para recordar lo que ya no estás entre mis letras. Tú te vas...ellas regresan. No tendrán ya un lugar porque no existe una presa, no tengo ningún motivo, y ya nada representan. Aunque mas arriba de mis ojos ya no quedan las respuestas, las preguntas, las ofensas, y la luna, que tu rostro regalé para en su visita viera, hoy tampoco quiero ver, porque tu cara se refleja. No hay guerras que perder, pues de ninguna hay ofensa, y en los cielos te guardé para no perder tu esencia, hoy devuelven el reflejo de lo que no tuve, conciencia, de saber que no es perder, sino tener en sentencia, un adiós... no hay mas respuesta.
Y maldigo la ocasión que me dió la coincidencia, es maldecir la razón de tan oscuras letras, que tu huida del lugar donde yo ya vivo presa, sea para encontrar lo que buscan las princesas, que no quieren la verdad, y suspiran por ser presas, de los lobos que al morder, su sangre envenenan, y si llegas al lugar donde cambian tu conciencia, apresurate a estar antes que las que no representan, el poder cerrar los ojos y dejar volar sirenas...sin suelo bajo los pies... es flotar en esencia de saberte protegida y no perder presencia, un paseo de la mano, hoy en playas, mil arenas, de desiertos que me dejas, por no tener hogueras, que en sus llamas desataron con mil chispas las repuestas, a los miedos que en la noche, despejaron aquellas letras...
Y te vas...y yo me alegro aunque me embarque esta tristeza.

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